lunes, mayo 14, 2007

Inteso tráfico.

Comenté con anterioridad que durante determinadas épocas del año veo cantidades indiscriminadas de mujeres embarazadas por todos lados.
Pues bien, evidentemente no alucino.
Ahora el tráfico de carritos con bebés por las veredas de Buenos Aires excede ampliamente el límite tolerable.
Es abosolutamente imposible caminar a velocidad crucero. Siempre hay algún carrito obstruyendo el tránsito normal por la acera.
Contrariamente a lo que indicaría la lógica, el hecho de que el carro cuente con ruedas no le imprime mayor velocidad al trámite. El carrito siempre va lento. Y creo saber el por qué:
Sospecho que los fabricantes de carritos deben colocar alguna sustancia altamente narcotizante en la composición de las agarraderas, ya que las portadoras se trasladan como sosteníendose del cochecito en lugar de empujarlo.
La inclusión de drogas en los componentes de las manijitas responde a un oscuro acuerdo económico entre los industriales del transporte de bebés y los propietarios de locales con vidrieras.
Compruébenlo ustedes: Siempre que intentemos salir o ingresar a un negocio habrá un carrito en el medio del pasillo, o ubicado en un lugar del local estratégicamente seleccionado: el que le incomoda a todo el mundo. Nunca lograrán salir rápidamente.
Cómo las portadoras se encuentran irrefrenablemente atraídas hacia las vidrieras, se generan innúmeros embotallamientos de transeuntes, de alta peligrosidad si uno quiere trasladarse rápidamente de un lugar a otro.
Larguísimas filas que se movilizan lentamente pueden encontrarse en cualquier vereda de Buenos Aires, y siempre al frente habrá una señora con un carrito de bebé.

También se puede constatar el efecto del tóxico cuando las portadoras pretenden para cruzar una calle, y esperan el cambio de la luz del semáforo bajando el carrito hacia la calzada, permaneciendo ellas sobre el cordón de la vereda. Pero semejante grado estupidez es atribuíble a la suma del efecto de la droga con la ausencia total de cerebro. El hueco craneal potencia el efecto del narcótico.

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Update furioso:
¡¡¡ JUICIO Y CASTIGO PARA LOS QUE LLEVAN EL CARRITO VACIO
Y EL NENE A UPA !!!
NI OLVIDO NI PERDÓN:

¡MOCHILA!


3 comentarios:

Weltklang dijo...

Se me ocurre que en la calzada se podria habilitar un carril exclusivo para carritos de bebé y taxis vacios.
También se me ocurre que podrian inventar un carrito para mamas lelas, para ser empujados por maridos impacientes, y el bebé que vaya en colectivo.

Quiero caminar por una vereda sin tener que hacer slalom!

Fla-q dijo...

Disculpame, Weltkalng, pero discrepo.
Yo adhiero a los horarios de veda para la circulación de carritos.
Que salgan a las 2 am, los martes impares de meses terminados en 31.

Viejex dijo...

Cómo escupe al cielo la gente...
Si, tardé un poco en dejar un comentario....será que todavía llevo a upa a mi nena.