lunes, febrero 05, 2007

Confesiones ( I )

Lo confieso: Me caen muy simpáticos los policías que están de guardia en la calle.
Cuando veo a un policía que está parado en la vereda, o en el andén del subte, o viajando en colectivo, no puedo evitar sentir una enorme compasión.
Entiendo que están para eso, sé que les pagamos por estar ahí.
Pero padecerán ellos esa sensación de blanco móvil que a mí me espanta?
Espero que no, porque sino se irían todos a sus casas.
Cuando me cruzo con algún policía que está solito (cuidando el super chino, o la puerta del banco) siempre le sonrío. El 99% de las veces me devuelven una mirada de soslayo (rezarán "Señor: por favor evita que esta loca me hable!").
Cuando veo en las noticias que mataron a un policía, me sube ácido por la garganta y se me estruja el pecho de angustia.

No, no soy tan cándida, sé que hay policías feroces, malditos.
Pero también conozco médicos, porteros, burócratas, amas de casa, verduleros, vendedores de telefonía celular, técnicos de PC feroces y malditos. Y ni siquiera tienen la delicadeza de disimularlo parándose en una esquina con un chaleco fosforecente. Están mucho mejor camuflados que el policía de la esquina.


Bien, era eso.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

El descrédito que sufrieron los policías por las cagadas que se mandaron una buena cantidad de ellos, hace que la gente los mire torcido. Mantener el orden pasó a ser calificado de represión indiscriminada. Darnos seguridad pasó a ser un patrimonio de la ultraderecha. Y eso no es bueno para ninguna sociedad.
Eso sí, la limpieza, al menos al momento en el que me fui de la Argentina, tenía que ser feroz para no seguir dando motivos para quienes los consideran una lacra.
Todo en su justa medida.

Fla-q dijo...

Sabés una cosa, Pat: no creo que hagan más cagadas que una inspectora de escuelas coimera, o una empleado del Pami acomodado.
Me da la sensación que el descrédito tiene que ver con el nivel de exposición. Es una profesión muy border: Si yo voy a tirar un ladrillo a la vidriera del bar a donde me intoxiqué, y me vienen a detener, seguro que encima grito y armo más escándalo. Ahí nomás ya tengo 200 personas (mínimo) viendo a un cana maltratar a una mina. Con esa subjetividad analizamos las cosas.

Laura Palisa dijo...

Un Bravo! por tu post.
Y justo comparás nuestros pequeños(?) problemas: seguridad, educación y seguridad social.

Ninguno va a mejorar si seguimos social y gubernamentalmente exigiéndoles "vocación" (léase sacrificate y no te quejés) sin buenas condiciones laborales.

Me da tanta pena un policía (que por ej. tiene que forcejear con un choro para que no se le escape y luego termina sumariado por "apremios ilegales") que una maestra (que por ej. es patoteada y puesta en tela de juicio por padres por una mala nota)

Algo mucho, va mal.

minimumi dijo...

No sé cuál es, entre obligaciones y verdadero cumplimiento, el porcentaje de efectividad de la Policía.
Subjetivamente creo que es muy bajo: mal en seguridad, mal en tránsito, mal en espectáculos públicos, mal en prevención, mal en documentación, mal en homicidios, bien en coimas, bien en hacer la vista gorda.
Me gustaría ver alguna de esas encuestas de opinión favorable/desfavorable y sus porcentajes respecto de la Policía. ¿Existirá? ¿O será como lo del riesgo país-efecto higienol?

minimumi dijo...

Disculpá la insistencia, pero quiero agregar que la policía, (es decir, los armados), los médicos, los políticos, y los religiosos -quizás me olvide de alguno en la enumeración, perdón- NO SON personas cualesquiera, sino que acarrean una responsabilidad tal que si no cumplen sus obligaciones perjudicarán enormemente a sus damnificados.
Si te metés ahí no digas que no te avisaron, averiguá antes, macho.

Fla-q dijo...

Lauri: Lamentablemente en los "países en desarrollo", pertenecer a las fuerzas de seguridad es una salida laboral rápida, casi sin exigencia de formación académica y con buenos beneficios sociales (Igual que para los maestros, qué casualidad!)
La organización vertical garantiza que no haya demasiados cuestionamientos. Y allá van, a la guerra con una cucharita de plástico.
Nosotros nos equivocamos cuando nos conformamos con la preparación de los servidores públicos. Pero si para profesionalizarlos hay que pagarles más, y por ende subir los impuestos....mirá, dejame todo como está y listo.

Mini: Diste en el clavo de la cuestión. Quienes dirigen las fuerzas son personas que llevan toda una carrera y gran experiencia, que conocen el oficio y que ganan proporcionalmente muy bien en relación a su responsabilidad.
Como nosotros no sabemos elegir a los políticos que los designan, no conseguimos exigirles que sean efectivos y eficaces.

Fla-q dijo...

Mini, por tu segundo comentario (que entró junto con mi respuesta) me parece que no es comparable un médico y un religioso con un policía partiendo de la posibilidad de elección de tu carrera que te pueda brindar tu formación previa.
En otro continente, puede ser.
En sudamérica, me parece que no se da esa alternativa.

minimumi dijo...

Me hacés acordar (pero justo al revés)a Manolito que decía, -Mafalda 7, por el medio, abajo a la derecha- ¡ESTOY HABLANDO DE LAS VENTAJAS DE ALLÁ, NO DE LA SUBVERSIÓN AQUÍ!.
Tenemos muchos valores tergiversados, dados vuelta, subvertidos. Cada uno le echa la culpa a otro. Muchos Poncio Pilatos. Y así sucesivamente. Y la culpa es de absolutamente todos los ciudadanos que votamos mal. ¿De quién si no? ¿De los neocelandeses?

minimumi dijo...

El post se trataba de la simpatía de Puente de Arena hacia el policía, casi pidiendo permiso, como una confesión.
Se ha hecho una bola de nieve, ¿no?
Circule, circule.

minimumi dijo...

Yo siempre he creído más en el Zorro que en el sargento García.

Laura Palisa dijo...

Bué, me gustó la bola de nieve.
Pero no, no. Más impuestos no! Menos choreo, mejor aplicación de los recursos y... ah no! cierto que somos subdesarrollados y eso aqui no se puede!

Ya lo dijo un sabio contemporáneo "estamos como estamos porque somos como somos".