Unámonos y vayan.

Yo sé que el domingo hay elecciones.
Lo sé.
Sé sobre el deber cívico, la oportunidad de elegir, el empoderamiento del pueblo, la construcción de ciudadanía, la responsabilidad compartida... sí, lo sé. Pero esta vez, ir a votar me causa tal abulia, que quiero dormirme hoy y despertarme el lunes.

Ya sé que me voy a parar delante de una fila de mesas tapadas de boletas y, otra vez, voy a insultar bajito. Y otra vez voy a pensar que mejor voto en blanco y manifiesto mi disconformidad con la clase dirigente, pero no, porque si voto en blanco beneficio al que saque mayoría, al que no apoyo ni ahí, pero poner cualquier boleta es un riesgo porque no conozco a los candidatos, ni sus propuestas, ni los proyectos que impulsa, ni la ideología que los identifica ni nada ni nada ni nada ninada ninada ninadaninadaninadaninada..... Esa sensación de desnudez e indefensión, otra vez.
Voy a ir.
En "este estado" voy a ir a votar.
Ya están avisados. Si me sale mal, no acepto reclamos.