lunes, octubre 12, 2009

Igual que la calandria que azota el vendaval.

Montevideo:
del Aeropuerto de Carrasco, sin escalas a La Pasiva.
Chivito masivo, con salsa misteriosa: 15 días de digestión.

Antídoto, ya en Buenos Aires

Y de nuevo a la ruta: San José, Entre Ríos.

Vamos de picnic al camping? Dale!


Mejor desistamos del asado. Los chicos, están en los juegos?


sí, jugando a los buzos tácticos.


Regresé. Estoy renovada, pero no doy garantías.



3 comentarios:

Fla-q dijo...

Si, Dragoncita.
Tengo pastitos en el pelo, el corazón tibio de abrazos y el sonido el rio en los oídos aún.

unServidor dijo...

¡Qué linda respuesta esta de acá arriba!
Veo la foto del camping y recuerdo otra en blanco y negro de mi niñez, en la misma provincia. Ahora, uno ya es de la generación "padres".
Y claro... el chivito no cae como antes.
¡Feliz regreso!
(tuyo, para nosotros)

Fla-q dijo...

Percibo cierto sarcarmo en su afirmación de que el chivito no cae como antes, Servidor. Acaso usted insinúa que mis capacidades digestivas se deterioran?
No le permito.
Sepa que fue culpa de la salsa, que además cayó en mi ropa y nunca más salió.
(ni con lavantina, oxi power, mr músculo, detergente, nafta super, destapacañerías ayudín...nada)